La mediación familiar es un sistema alternativo de
resolución pacífica de conflictos en el ámbito familiar, en el cual un tercero
imparcial y sin capacidad decisoria -el mediador- ayuda a las partes a buscar por sí mismas una
solución mediante acuerdos. Lo que intenta evitar es que los conflictos familiares
se resuelvan en los tribunales, evitando situaciones de tensión y de
enfrentamiento, mejorando y manteniendo una relación cordial entre los miembros
que se encuentran en conflicto.
La mediación familiar abre caminos de comunicación y
diálogo entre los miembros afectados, favoreciendo con ello el acercamiento de
las posturas enfrentadas y la comprensión de las necesidades y los intereses
del otro. Este acercamiento reduce el grado de hostilidad existente y
restablece el diálogo y la comunicación, tan necesarios en las relaciones
familiares, reduciendo de esta forma los costes tanto económicos como emocionales
que estos conflictos conllevan.
Conflictos que se pueden tratar por medio de la
mediación familiar:
- Ruptura de pareja.
-
Conflictos entre
padres e hijos, cónyuges y suegros, abuelos y nietos.
- Reconocimiento paternidad.
- Conflictos por cuidado de familiares dependientes.
-
Conflictos en familias donde hay menores
con medidas judiciales.
-
Reparto de una herencia.
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